YeKyu/YeHyun
Yesung tiene, entre muchas otras, una debilidad interesante: Involuntariamente se arriesga a hacer cosas que siempre terminan siendo fracasos totales. Desde cosas sencillas como dar un salto cualquiera y caer imposiblemente mal hasta cuestiones sociales más complicadas como siempre intentar hacer reír a la gente y sólo conseguir ponerla incómoda. Su vida está llena de pequeños momentos en los que trata demasiado y no logra nada… aunque bueno, generalmente logra hacer el ridículo. Por eso no le extraña, a él ni a nadie, que se meta en problemas y haga cosas estúpidas desde que por lo general no piensa antes de actuar.
Es como es, todo el mundo tiene muy claro que Yesung es peculiar y que aunque no puedes predecir lo que va a hacer, sí puedes saber con curiosísima certeza que va a terminar mal. No es que los demás miembros (y la parte del fanbase que se da cuenta de este detalle) lo digan o lo piensen porque lo odian, no, simplemente saben que Yesung es, no un perdedor… sino un fracasado. Lo aman con toda su ineptitud, después de todo –lo dice HeeChul un día que está de especial mal humor- SuJu sólo lo necesita para que cante pero algunas risas nunca están de más.
Entre todos los dongsaengs y hyungs de Yesung hay bien pocos que le tienen paciencia. Se necesita tenerla para pasar suficiente tiempo junto a él y no es cosa fácil cuando no cierra jamás la boca, lo único que dice son chistes que no hacen gracia y se mira en cada objeto reflejante todo el tiempo, la mayoría de la gente no aguanta más de una hora con él. En ‘la mayoría de la gente’ no caben ni Ryeowook, ni Siwon, ni Kyuhyun.
Ryeowook lo conoce desde siempre y como es suficientemente madre para aceptar y quererlos a todos uno pensaría que también lo hace con él, sencillo. En verdad tiene un vínculo especial con Yesung porque sabe que casi nadie más le tiene paciencia y, en serio, ALGUIEN tiene que hacerlo. No le molesta, está acostumbrado a verlo hablar con su inanimada tortuga (y ahora con sus otras dos hermanas), a que se planche el cabello hasta para dormir y a que ronque más fuerte que tres leones, son gajes del oficio, nadie lo obligó a acercarse a él y a ser su amigo.
Siwon tiene que, porque así debe de ser, amar y respetar a todos sus hermanos. Dios dice y si Dios dice Siwon hace, no hay mucho que explorar acá. La mejor parte es que para él no es un mandato, sólo es un buen hábito.
Kyuhyun se resiste, intenta resistirse, pero le es inútil.
El magnae tiene, entre muchas otras, una debilidad interesante: Es un neurótico. La única razón por la que se pasa horas sentado jugando videojuegos en su laptop es porque de algún modo debe liberar el estrés que le genera vivir, -ni siquiera vivir intensamente, sólo vivir por defecto- alardear de la belleza de los Protoss y basurear a HeeChul (hyung?) por ser un perdedor lo dejan irse a dormir muy tarde pero muy satisfecho, o al menos así era al principio. A la larga StarCraft se ha ido comiendo su mente y ahora sólo juega por defecto. Su neurosis no le permite disfrutarlo ya pero no se queja demasiado porque bueno, lo divierte al menos.
Todos saben que a veces es una vieja menopáusica incapaz de tolerar la risa de Eeteuk cuando ve y practica variety en el piso de arriba (¡y se escucha abajo!) o de pasar un día entero con ZhouMi sin querer arrancarse el cabello porque, en serio, Hello Kitty debe morir; Sin embargo sí es capaz de salir por la ciudad a perderse (literalmente) con SungMin cuando están fastidiados, o ayudarle a Eunhyuk a doblar la ropa. No es porque sea tal o cual persona, ama por igual a ZhouMi que a SungMin, a Eeteuk que a Hyukjae, pero son personas diferentes con pros y contras diferentes, Kyuhyun entiende esto.
Lo que no entiende es cómo, entre todas las cosas que hace mal, Yesung, ha conseguido la hercúlea tarea de conquistarlo.
Muchos han intentado (tal vez todos, no está seguro) agradarle al niño bonito de la voz preciosa. Quizás no desde un principio, tal vez lo integraban solamente y después empezaron a quererlo, pero todos en algún momento han intentado establecer una conexión con él… quizá porque saben que es mejor llevarse la fiesta en paz con el voluntarioso magnae o porque en verdad resulta una persona atractiva, tanto por su personalidad como por su físico.
No se considera un desgraciado selectivo pero el ser humano lo hace por inercia: No los quiere a todos por igual, eso es imposible… es favoritista como cualquier otro hombre del mundo ¿y qué? Lo que lo devuelve a pensar ¿Cómo rayos?
Cuando Yesung y Kyuhyun se conocieron no se prestaron demasiada atención, el magnae solía pasar más tiempo con los otros magnaes que con los hyungs y siendo Yesung uno de los cuatro mayores estaba fuera de su ‘liga’. Con el tiempo, cuando Kyuhyun empezó a conocer al resto del quórum, se dieron cuenta de que había algo divertido entre ellos. Mientras todos menospreciaban el humor basura de Yesung y se burlaban de él, Kyuhyun se reía… de él, pero se reía. Yesung lo apreció, se acercó a él y crearon alguna especie de zona especial para su absoluta y más pura pendejez.
Kyuhyun no se consideraba, hasta probablemente el 2009, una persona divertida aunque sí naturalmente graciosa, por eso estar con Yesung (tal vez a sabiendas de que si él hacia algo estúpido el hyung se las iba a arreglar –voluntariamente o no- para hacer algo aún peor) lo relajaba, le permitía ser tonto, sonreír raro, manosear gente. Yesung por su parte, entendía que Kyuhyun buscaba una zona en común con él y sin pensarlo (en serio, sin estar consciente) le abrió los brazos, porque no es suficiente charlar con Siwon y que asienta cuando hay que asentir, o con Ryeowook y que te regañe por no comerte tus vegetales; Kyuhyun tenía esa aura traviesa con él, se permitía ser un mocoso de 19 años y no un cuarentón estresado y a Yesung le parecía adorable, a todos… incluso a HeeChul.
El mayor y todos, incluso HeeChul, especialmente HeeChul, notaban los cambios en la sonrisa del menor cuando Yesung se acercaba a tocarle los labios, o a abrazarlo por la fuerza, a peinarlo contra su voluntad, incómoda pero contenta. Hyung me molesta que lo hagas pero te doy permiso porque me divierte que no te importe mi incomodidad.
Exactamente así.
Cuando Kyuhyun mismo se dio cuenta de sus reacciones con Yesung… se escandalizó al principio. Estaba seguro que no era algún tipo de enamoramiento, no… o sea, ¿por qué querría involucrarse con alguien como Yesung si seguro es capaz de arruinar, qué se yo, su propia erección? No era una persona a la que pudiera tomar demasiado en serio, era su playmate (en el sentido más puro de la expresión) y nada más. No estaba enamorado de él, Dios no.
No tenía nada en contra de la homosexualidad, de hecho se consideraba bisexual desde los 16 pero no había dicho nada porque no hacía falta… era sólo que simplemente su hyung no era la clase de persona con la que se veía estableciendo una relación formal. No Fucking Way.
Era seguramente atracción física (y este punto lo sostuvo muchos años) que, por equis razón, se había traducido químicamente a sonrisas estúpidas y coqueteos evidentes, porque eso eran. Hacía falta ser un negado para no darse cuenta, su cabeza y su cuerpo estaba reaccionando (y se lo dijo así intentando hacerlo sonar lo más científico y lo menos esotérico posible) porque lo que quería era tener sexo con él. Fácil de arreglar, ¿no?
Sí, ridículamente fácil. Lo único que hizo falta fue correr a Ryeowook del cuarto y esperar a que Yesung entrara, a que lo viera en calzoncillos y una franelilla delgada, después de unos minutos de plática trivial decirle: “Hyung… estoy caliente” y dejar que la acción se desarrollara sola, fuera como fuera.
No se negó a nada porque ni siquiera hubo la necesidad. En su vida jamás imaginó que una relación amistosa pudiera ’traducir’ la cohesión natural al plano sexual, pero sucedió, se encontró a si mismo haciendo aquí y allá con una naturalidad sorprendente, no le preocupaba complacer ni ser complacido porque simplemente sucedía, se sentía bien, correcto. Antes tal vez o con cualquier otro amante pasado hubiera sufrido ser dominado pero no le molestaba para nada, no estaba siendo dominado en realidad, sólo le permitía a Yesung tomar su cuerpo a su antojo y sólo porque también era el antojo propio.
Para Yesung fue una diversión extraña. Primero, un dongsaeng se te ofrece y eso no sucede sino cada cinco mil lunas, luego te encuentras con que todo fluye con tal facilidad que ni siquiera hace falta concentrarse y finalmente, terminas dándote cuenta de que estás malgastando a esta persona como amigo, pero al mismo tiempo lo malgastas como amante y lo malgastas como compañero. ¿Qué es Kyuhyun? Todo y nada. Por supuesto esta reflexión no vino hasta mucho después, una tarde en la que platicaba con DdangKoMa de lo buen chico que era el magnae, pero en el momento fue éxtasis tanto físico como mental, una felicidad extrema y absoluta.
La primera vez que tuvieron relaciones no fue la más satisfactoria pero sí fue la más curiosa y la más edificante. Kyuhyun sintió que había encontrado a su ‘libido gemela’ y por algunos días le pintó un panorama más agradable de la vida porque en verdad existía una persona con la que el sexo y la amistad común y corriente eran simples, divertidos y satisfactorios por igual. Yesung básicamente se predispuso a enamorarse pero nunca sucedió, la tensión sexual se resolvió y volvieron a su pendejez usual. Fue más fácil ser amigos que antes, fue más fácil entendiendo que no sólo tenían una conexión emocional sino también una física tan fuerte como la anterior y que ninguna valía más que la otra.
A los demás les pareció lo más raro del mundo (a pesar de que en todas las películas y los dramas hay al menos una pareja de ‘amigos con derechos’, uno pensaría que estarían acostumbrados) que después de haber cogido como bestias dijo SungMin con un poco de asco, volvieran a sus mecánicas usuales sin la menor incomodidad. SungMin había destruido su relación con KangIn en un arranque sexual de esos y, sinceramente, le fastidiaba que Kyuhyun y Yesung hubieran salido tan limpios del chiquero, tan impecables.
Lo que nadie entendía y que no entiende hasta la fecha es que Kyuhyun y Yesung se aman sin conflictos, no pueden creerlo. Las cosas son sencillas para quien sin problemas intuye las preocupaciones y los pensamientos del otro y los descompone, se las arregla para hacerlos desaparecer sin darse cuenta si quiera. Son un complicado sistema que con simple mantenimiento y simples procesos mueve cosas geniales.
Shindong los lleva a tomar un sábado por la noche y los escucha discutir y decir tonterías como los mejores amigos de la historia. Yesung le abre la cerveza a Kyuhyun mientras este cuenta graciosamente cómo Henry se enojó con él estando en China por haber perdido su brea y ellos ríen porque así es como deben ser las reuniones con los amigos, un poco de alcohol, un poco de risa, un poco de seriedad. Hablan de nuevos proyectos, de nuevas problemáticas y expectativas, Yesung se queja de la falta de atención, Kyuhyun lo abraza y le dice ‘Verás cómo esta vez te hacemos justicia, hyung… pero sólo si prometes no hacer el ridículo’ y ríen de nuevo. Shindong está disfrutando la noche pero está también pensando que Kyuhyun es un ser humano increíble capaz de hacerlo y de serlo todo, perfecto para amparar al acomplejado Yesung que sólo es un presumido vanidoso porque no cree nada de lo que vende pero que, al mismo tiempo, es suficientemente fuerte para respaldar al misterioso pero tímido magnae que teme salir de su escondite. Se disculpa y va al baño con una sonrisa en la cara. De todas las amistades dentro del grupo esta es tal vez la más subestimada.
Siwon se los encuentra una tarde besándose en el sofá, no dice nada pero por el resto de su vida recuerda la infantil sonrisa en los labios de Kyuhyun. Sí, reprueba la homosexualidad porque sus padres le han enseñado que así es como su Dios dicta, pero reprueba aún más que cuando es tan evidente que se aman, se resistan. En eso concuerda con ZhouMi*, aunque no cree que el amor sea más importante que Dios –porque Dios ES amor- sí está de acuerdo en que a veces hay que olvidar los principios religiosos y pensar en la felicidad pura. No le gusta y no puede entender cómo Kyuhyun puede hacer el amor con SungMin, con ZhouMi, con HeeChul, con HanGeng, con RyeoWook, con Yesung, etc., como si fuera lo más normal del mundo, sabe que el magnae está resuelto a no pertenecerle a nadie porque para él la fidelidad es un mito, pero lo que Siwon ve en la sala no es un mito en absoluto. Lo ha visto satisfecho y realizado, confiado cuando está con ellos, triunfador cuando sale del baño acomodándose la ropa y SungMin detrás de él con las mejillas sonrosadas, pero por primera vez nota que sólo está relajado y cómodo con Yesung. Quiere pensar que es porque estando con él no necesita hacer el ‘trabajo pesado’ y le quita una carga, pero Siwon sabe muy bien que esa razón ni siquiera es válida. Es porque se aman, está seguro.
HeeChul los espía una mañana especialmente ruidosa, no son ni las seis de la mañana pero desde el cuarto de Ryeowook y Yesung provienen ruidos familiares que no suenan a los inquilinos del cuarto hablando con las tortugas. El polizón (que ni siquiera debiera estar en ese departamento) abre la puerta ligeramente, silenciosamente, escucha y observa con atención. Entre las sábanas de la cama destendida de la izquierda están ellos, las cobijas apenas los tapan, el sol apenas se asoma. Contra la ligeramente morena piel de la espalda de Yesung, la blanca mortal de los brazos de Kyuhyun es sorprendente. No puede ver demasiado porque la abertura en la puerta es mínima pero sí puede reconocer siluetas, interpretar movimiento. Las rodillas del magnae, alzadas en el aire y desnudas se menean hacia el frente y atrás, entre ellas Yesung sostenido en sus codos hunde su rostro en (lo que Heechul piensa que parece ser) el cuello de Kyuhyun. Están follando, obvio. Se permite abrir la puerta sólo un poco más porque le interesa, porque le intriga. Cuando puede ver mejor, cuando puede ver los sudados mechones de castaño y rizado cabello pegados a las sienes de Kyuhyun y las pequeñas manos de Yesung sobre ellos, acariciándole el rostro como el demente degenerado viola-caras que siempre ha sido, cuando puede entender claramente el vaivén y percibir el ritmo de los gruñidos se queda con la boca abierta estúpidamente porque no lo puede creer ¿Es Kyuhyun el de la respiración temblorosa, el de los gemidos ahogados, el de la sonrisa tonta y los ojos trémulos? Algo tiene que estar haciendo bien Yesung si es Kyuhyun el que lo atrae con fuerza hacia él con sus largas y débiles manos, quien las deja vagar por su despeinado cabello negro y lo estira al mismo tiempo que un gritillo de emoción escapa de sus labios y empuja su cadera hacia el frente.
Las sábanas han casi resbalado por completo de sus cuerpos y el espía no puede siquiera intentar irse. Cuando el grito se acerca (esa nota que sólo él podría haber hecho sonar tan perfecta), HeeChul ve las manos del mayor entrelazarse con las del menor y arrastrarlas hacia sus costados, a ambos lados de su cabeza, ve cómo Yesung, entre las perturbadoramente largas piernas de Kyuhyun, acelera el ritmo de su cadera y reparte besos por su cuello; Ve cómo el magnae respira rápidamente, cómo arruga los ojos, cómo desesperado intenta liberar sus manos pero no puede, como sisea en expectativa y cómo levanta su espalda en reacción al clímax que se acerca. HeeChul cierra la puerta justo antes de escuchar un profundo gruñido y una encantadora nota en un poderoso grito de dolor sublimado. Terminaron.
Ya son las seis con veinte cuando Kyuhyun abre los ojos por tercera vez en el transcurso de la noche, los siente cansados, pesados… debería seguir durmiendo pero siente que ya debe despertar, que debe salir a la vida estresante e incomprensible a la que está atado hasta que muera. No se mueve porque Yesung-hyung lo tiene atrapado en sus brazos como un calamar a una presa y no va a dejarlo irse fácilmente. Muchas veces intentó escapar y sólo resultó en estar cautivo más tiempo del inicial. Porque sabe esto decide mejor echarse la sábana (un poco… sucia) encima y acomodarse mejor, bajando un poco hasta quedar con la cabeza debajo de la barbilla del mayor aunque aquello resulte en que sus pies no quepan en la cama. Le gusta que el corazón de Yesung sea tan ruidoso, lo arrulla.
Antes de quedarse dormido de nuevo le echa una cansada mirada al rostro de su hyung y sonríe porque no es tan guapo como pudiera ser pero de todos modos se las arregló para conquistarlo, sin saber bien por qué ni cómo. No es sólo atracción física porque Yesung no tiene un cuerpo envidiable como, por ejemplo, Siwon, ni tiene una cara hermosa como, por ejemplo, DongHae y de todos modos cayó por él tan fuerte como nunca antes.
No quiere tampoco pensar que está enamorado porque eso complicaría las cosas, prefiere pensar que son gajes del oficio, nadie lo obligó a acercarse a él y a ser su amigo, estas cosas sólo pasan porque pasan. Prefiere pensarlo así… prefiere abrazarlo de vuelta y hundirse en su pecho, esperando poder aprovechar la oscuridad y el calor que su ‘refugio’ le provee.
-Mujercita – le dice él en voz muy baja, estaba dormido. Sonríe porque olvidó que a Yesung lo despierta la luz y lo despierta que lo toquen. Lo abraza con más fuerza, ignorando el ‘insulto’, de nuevo mirándolo a los ojos y lo besa despacio, sólo porque quiere. Tal y como lo esperaba (¿en verdad lo esperaba o sólo sucedió?) el mayor lo atrae a él por la cintura y le acaricia la espalda… ¿Yesung sabe que eso lo relaja? ¿Sabe que lo va a hacer dormir? ¿Sabe que relajarse y dormir es exactamente lo que Kyuhyun quiere? Ni idea, tampoco importa.
Algunos minutos de mimos sutiles pasan hasta que el menor, que había empezado a perder vigilia, siente cómo unas manos ligeramente húmedas delinean la línea de sus cejas, el perfil de su nariz y el contorno de sus labios.
-Hyung, no estoy dormido aun. –le susurra sin abrir los ojos, sonriendo, a punto de reír.
-Maldición.
Esta vez sí ríen, se abrazan con más fuerza y luego se separan, no es necesario estar pegados como lapa todo el tiempo, se observan y cada quien coge una almohada y se acomoda como mejor le parece para dormir la media hora que les queda. Kyuhyun abre los ojos una vez más y se muerde los labios… Se pregunta si es atracción física como cree o un enamoramiento como teme… No descarta ninguna pero no acepta ninguna. Si fuera atracción física no debiera sentirse tentado a abrazarlo de nuevo, ni a ver por él, ni a nada más que a follar de nuevo (aunque también se ve tentado). Esto solo le hace pensar que sí… que podría estar enamorado de Yesung, todo lo indica.
Siente la tentación de hablar, de decirlo… de explicarle su reciente epifanía pero no, Yesung duerme conforme con su vida, conforme con ellos, con lo que tienen sea lo que sea... ¿Por qué arruinaría las cosas diciendo esas tres palabras si ninguno de los dos las necesita? Entiende que en las relaciones no debe haber límites sentimentales… pero no, no funcionaría y si él no quiere estar estúpidamente enamorado no hay motivos. No puede matar cosas hermosas a costa de otras.
A dormir.
~FIN~
agua+aceite=♥
